lunes, junio 07, 2004

Cuando la forma deja de ser forma para irremediablemente convertirse en materia. Cuando no se puede obviar la naturaleza ni la condición humana aunque por encima de ello queramos hacer maravillas para la naturaleza.
Cundo el sentir finalmente se funde con la razón, que a veces pasa a ser irracional e irremediablemente comienza a ser sentimiento. Entonces y sólo entonces es cuando nos convertimos en genios.
En genios con ideas ingeniosas y extravagantes, en genios descabellados y a los que no importa que miren aunque lo hagan con locura. En genios abstractos, informales y con un contenido material que va más allá de la ciencia y la pedagogía. Y aunque esos genios alcanzaran aquello que los que no son genios podrán nunca alcanzar, serán por encima de todo humanos. Personas con un corazón que bombea sentimientos, fatuos e intensos, crueles y extraordinarios y cuando en ese momento caigan en la tentación del placer, en el querer sentir cómo su cuerpo se funde en forma y materia sin distinción de uno u otro, será el momento en el que comiencen a dedicarse a la ciencia.

Para aquellos que aún piensan que se puede vivir siendo únicamente racional.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias