viernes, abril 01, 2005

Me pediste si podía escribirla en el blog, te la dedico princesa:

Habana me sabe a blues que lloran colores
a canciones desafinadas una noche de ron caliente
a olores de cuerpos mezclados con el viento de una isla atrapada.

Si te dijera que cada noche me mezclo con el alma de algún diablo traidor,
si cada vez que me soplas las tristezas de tu corazón enrojecido, tu aliento me huele a posos de café,
si cada vez que te encuentro a solas, lo único que esperabas era que durmiera contigo…
Te diré que un día me desperté en la Habana, no sola pero si en la soledad de una celda
con unos barrotes difíciles de romper.
Un día de calor desbordante, de casas viejas, agrietadas, ajadas por los años.
Alguien me dio abrigo para no deambular entre las sombras de unas calles llenas de charcos y me cobijé en unas sábanas usadas por otros.
Reconocí tu olor en la almohada, pero no me importó. Hice el amor sobre tu aroma, sobre el suyo, enredada con el cuerpo ajeno que cubría mis nalgas. Y fue cuando me di cuenta de que te perdía, de que te escapabas entre mis finos dedos con olor tabaco.

Y te toqué aquella canción que nos hizo tener un mismo llanto, un mismo color de piel, unos mismos ojos, pero ya era tarde. Cada uno se haría responsable de su propia vida, cada uno volaría con distintas alas, si todavía les quedaban algunas plumas, si todavía sabían como volar…
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias