sábado, noviembre 13, 2004

Hoy lloro lágrimas de plomo,
lágrimas grises que agujerean el suelo,
círculos por donde miro y me pierdo.
Acerco mi pequeño ojo e intentando dejar de pestañear de manera incesante para ver lo que hay dentro, introduzco mi brazo derecho primero, luego el izquiero, para terminar con todo el cuerpo dentro.
Una vez abajo miro a lo alto y observo una pequeña luz y a mi cuerpo doble, casi tranparente clavando sus ojos en los míos.
Me saludo pero no recibo respuesta.
Agito la mano sin descanso, pero nada.
Me quedo en silencio y me acurruco en la noche prematura,
dejando que los párpados se resbalen lentamente,
Acunando mis pensamientos en dulces nanas que tarareo en mi cabeza
Sintiendo como mi cuerpo se aleja de mi lado, sin perdir permiso
Sin tan siquiera dar un beso de buenas noches.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias