domingo, noviembre 07, 2004

Hoy te he enviado un secreto con la mirada pensando que adivinarías mi pensamiento... pero tú no estabas observándome a mí sino al cielo.
Hoy cuando dejaste de tocar las nubes con la pupila de tus ojos y me miraste para enviarme uno de tus secretos... yo no observaba las lágrimas azules que corrían por tus mejillas... hoy yo... miraba al suelo.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias