Hoy María ha soñado que, bajo la lluvia, ha dejado sobre la mano extendida de su compañero, sus ojos negros.
Él, con cara de incredulidad y enarcando la ceja derecha le ha preguntado ¿Por qué me das tus ojos?
Ella, triste e intentado disimular el inmeso dolor que llevaba guardando bajo llave durante mucho tiempo le ha contestado: Para que veas, con mis ojos, todo el daño que me estás haciendo.
Él, con cara de incredulidad y enarcando la ceja derecha le ha preguntado ¿Por qué me das tus ojos?
Ella, triste e intentado disimular el inmeso dolor que llevaba guardando bajo llave durante mucho tiempo le ha contestado: Para que veas, con mis ojos, todo el daño que me estás haciendo.
0 Comentarios:
Publicar un comentario en la entrada
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home