jueves, octubre 07, 2004

Estoy en medio de la calle, con los brazos en jarras, la boca abierta y la lengua fuera. Me alimento de las gotas que caen del cielo porque hoy me han dicho que eran sueños de distintos colores y si los tragabas, podrías convertirte en una persona más felíz. Así que, como a mi no me hace falta más tristeza, porque parece que se va almacenando y que no sale nunca del cuerpo, he pensado que si bebo sueños dulces, quizá maten las amarguras momentáneas.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias