domingo, septiembre 19, 2004

Me voy a donde el mar alcanza la punta de tus dedos. A donde el sol se levanta demasiado temprano para quemarte la piel, sin querer hacerte daño. A donde las horas dejan de contarse porque el tiempo no existe, solo el espacio. A donde la arena se mete sin consideración por tus zapatillas y te hacen rozadura. A donde me olvido de tí y me convierto en otra, con gafas de sol como Ava Gadner. A donde no pienso en salir o entrar, solo en el movimiento convertido en canción que me hace despertar contenta todaslas mañanas.

Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias