Ayer asistí a una de esas conversaciones que denominamos en muchas ocasiones de besugos, y la verdad es que esta no es que fuera de besugos exactamente pero sí que tenía peces de por medio.
Estaba trabajando en el bar y vinieron dos amigas de mi jefa, a las que llamaremos Pili y Mili. Pili iba un poco tocada por la bebida y Mili tenía, o al menos parecía tener, la situación bajo control.
No se cómo comenzó la conversación, pero el caso es que después de estar observando la situación y ver a Pili que no quitaba la sonrisa tonta de la boca, alguien comenzó a hablar de sexo.
- Pues mi novio, salta Pili, me ha dicho que es gay.Y yo le he dicho que no me lo creo y que no me venga con gilipolleces, así que le he dicho que me eche dos polvos y cuando hemos acabado le he dicho: "pues si tu eres gay yo soy maria teresa de calcuta"
- Pues yo, dice Mili, me costó cinco años echar un polvo después de que se muriera mi marido y no sabes lo mal que lo pasé. Pero aún me acordaré del mejor polvo que he echado, que fue en el hotel las truchas.
- Qué cojones de nombre es ese para un hotel, contesta Pili.
- Y yo qué se, de lo único que me acuerdo es de que lo hicimos cuatro veces seguidas y yo me quedé desinflada y mira que para que yo me quede desinflada...(Mili ya tiene un peso considerable).
- Pues mi novio, contesta sin venir a cuento Pili, me va a traer un pez de quince kilos.
- Ya será un barbo.
- Pues no se si es un barbo o qué, pero pesa quince kilos.
- Y para qué quieres un pez de tantos kilos.
- Pues no se, supongo que lo tendré que trinchar por algún lado.
- La única vez que yo trinché un pez fue cuando mi marido me echó un polvo en la cocina.
- Y dale con los polvos, pero que salida estás.
- Pues si tu eres una frígida, a mi no me cuentes.
- Tu te callas que a tí tu novio no te va a traer un pez de quince kilos, reponde de nuevo Pili mientras intenta encenderse un cigarro sin éxito y pensando que se lo ha encendido comienza a fumar.
- Pero si además tu no has cortado ni el pan en toda tu vida.
- Ya buenom, pero estamos hablando de peces, no de panes.
La conversación no mejoró, Pili se terminó encontrando en el bar con uno que conocía pero como no podía ir a donde él estaba, el hombre se le acercó, percatándose de que la situación no era la mejor porque Pili no podía sostener los codos en la barra y porque Mili seguía contando sus batallas sexuales.
Yo estaba llorando de la risa y mi jefa no paraba de mirarme con cara medio amenazadora medio algo que no puedo definir, pero me dio igual, la situación era digna de ser contada y contemplada.
Estaba trabajando en el bar y vinieron dos amigas de mi jefa, a las que llamaremos Pili y Mili. Pili iba un poco tocada por la bebida y Mili tenía, o al menos parecía tener, la situación bajo control.
No se cómo comenzó la conversación, pero el caso es que después de estar observando la situación y ver a Pili que no quitaba la sonrisa tonta de la boca, alguien comenzó a hablar de sexo.
- Pues mi novio, salta Pili, me ha dicho que es gay.Y yo le he dicho que no me lo creo y que no me venga con gilipolleces, así que le he dicho que me eche dos polvos y cuando hemos acabado le he dicho: "pues si tu eres gay yo soy maria teresa de calcuta"
- Pues yo, dice Mili, me costó cinco años echar un polvo después de que se muriera mi marido y no sabes lo mal que lo pasé. Pero aún me acordaré del mejor polvo que he echado, que fue en el hotel las truchas.
- Qué cojones de nombre es ese para un hotel, contesta Pili.
- Y yo qué se, de lo único que me acuerdo es de que lo hicimos cuatro veces seguidas y yo me quedé desinflada y mira que para que yo me quede desinflada...(Mili ya tiene un peso considerable).
- Pues mi novio, contesta sin venir a cuento Pili, me va a traer un pez de quince kilos.
- Ya será un barbo.
- Pues no se si es un barbo o qué, pero pesa quince kilos.
- Y para qué quieres un pez de tantos kilos.
- Pues no se, supongo que lo tendré que trinchar por algún lado.
- La única vez que yo trinché un pez fue cuando mi marido me echó un polvo en la cocina.
- Y dale con los polvos, pero que salida estás.
- Pues si tu eres una frígida, a mi no me cuentes.
- Tu te callas que a tí tu novio no te va a traer un pez de quince kilos, reponde de nuevo Pili mientras intenta encenderse un cigarro sin éxito y pensando que se lo ha encendido comienza a fumar.
- Pero si además tu no has cortado ni el pan en toda tu vida.
- Ya buenom, pero estamos hablando de peces, no de panes.
La conversación no mejoró, Pili se terminó encontrando en el bar con uno que conocía pero como no podía ir a donde él estaba, el hombre se le acercó, percatándose de que la situación no era la mejor porque Pili no podía sostener los codos en la barra y porque Mili seguía contando sus batallas sexuales.
Yo estaba llorando de la risa y mi jefa no paraba de mirarme con cara medio amenazadora medio algo que no puedo definir, pero me dio igual, la situación era digna de ser contada y contemplada.
1 Comentarios:
conoces el hotel las truchas??
es uno de mis lugares del yo
By ximo, at 3:15 p. m.
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1 Comments:
conoces el hotel las truchas??
es uno de mis lugares del yo
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