lunes, mayo 09, 2005

Mi vida se compone de cuatro paredes. Algunas veces tienen la misma largura componiendo un perfecto cuadrado, otras, dependiendo de mi estado de ánimo, conforman un extraño rectángulo.
También tienen cuatro nombres diferentes: Luna, Lunera, Casca, Velera.
Y cuatro colores distintos: rojo, azul, amarillo y negro, respectivamente.
Hoy has hecho que un pequeño agujero perforase a Lunera que, alarmada porque su fortificación ha sido levemente dañada, me ha echado la bronca por ser tan sensiblera. Le he comentado que yo, en el fondo, adoro las pelis antiguas, esas en las que al final todo acaba bien y el chico majo se queda con la chica... tu ya sabes de lo que hablo. Pero me ha contestado que eso no le vale, que son cuentos indios (ella llama así a los chinos) y que el calor me está volviendo enamoradiza.
¿Y? le he increpado.
Y nada, me ha respondido, tu sabrás lo que haces. Pero que sepas que mi trabajo es el de formar una de tus paredes internas, ésas que frenan tus ansias de princesa y que si no puedes abrir una puerta en ella es porque tu así lo decidiste.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias