miércoles, enero 05, 2005


Carta a Grabielle:


Querida Grabielle, te escribo para decirte que por aquí las cosas no andan muy bien. Hoy hemos comido puré de verduras, ese que odias tanto, y cuando estábamos todos sentados alrededor de la mesa, he visto de soslayo como al abuelo se le caía una lágrima.
Creo que los demás no se han enterado, así que yo he bajado la cabeza hacia el plato para que no se percataran de que había visto al abuelo llorar por primera vez.
La abuela está en el hospital; mamá la vio con la piel amarillenta y como ya sabes que arrastraba los dolores de tripa y la depresión, se asustó mucho. Hacía tiempo que apenas comía y que los ojos se le cerraban por la tristeza.
Le volvieron a cambiar la medicación, pero no ha tenido tiempo a tomársela porque como la subieron con todas las prisas al hospital, el médico dijo que era mejor que no empezara otro tratamiento hasta que no se sepa lo que tiene. Se cree que igual es un tumor, pero no sabemos si benigno o maligno, estamos a la espera.
Mamá está también muy triste, sabes que cuando quiere llorar y se aguanta, le entra el hipo, pues así ha estado todo el día, con el sonido para arriba y para abajo. Le he intentado dar ánimos, pero ya sabes cómo es, creo que es mejor dejarla sola.
Los demás estamos intentando ponernos en la peor situación, no es fácil. A mí me entra ese nudo en la garganta que te produce unas ganas tremendas de llorar, pero te las aguantas para que los demás no te vean y la situación sea más llevadera, aunque todo el mundo quiere gritar y sacar fuera todo lo que llevamos almacenando.
Papá es el que mejor guarda la compostura. Sabe lo afligida que es mamá en estas situaciones y el miedo que tiene a las intervenciones, por eso intenta no hablar con ella sobre este tema. Yo le intento explicar que lo mejor es que lo hablen y que mamá llore, que es la única solución de que duerma por las noches; los nervios la están matando.
Espero que puedas venir cuanto antes, como puedes ver el ambiente no es agradable, pero por lo menos, si pasa lo peor que puede pasar, podrás despedirte de ella.

Te quiere,

Lola.




Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias