Donde la ciudad se come a los mexicanos...

Segundas vacaciones de este viaje, destino: México D.F.

Llegaron nuestras amigas de España (Bárbara izquierda; Mariluz centro) y las llevamos de paseo por una ciudad que engulle a unos 20 millones de habitantes. Una inmesidad de luces de neón y faros por la noche, callejuelas con encanto por el día...El centro histórico del D.F nos sorprendió gratamente aunque estuvimos rodeadas de miles de extraños.

La primera parada fue la Catedral, a continuación, las Ruinas del Templo Mayor, en medio de la borágine y del caos todavía se mantienen piedras milenarias, foco de los ojos de turistas necesitados de cultura...

Pero sin duda, las piedras todavía vigentes en el corazón de la ciudad parecen una maqueta comparada con los 242 escalones de la pirámide del SOL de Teotihuacán, la pirámide de la Luna y el resto de pequeñas construcciones mexicas.

Pero aquí, obviamente, no acaba todo; para quien pudiera pensar que el D.F no iba a tener entre sus callejuelas una répicla de Venecia...Para aquellos que se creían que únicamente era una gran urbe llena de edificios kilométricos...Aquí les mostramos Xochimilco...Mucho colorido, un caos de barcas, de vendedores, de músicos al borde del chapuzón rodeados de domingueros.

Y el colorido, como tantas otras cosas, también se contagia...Qué se lo digan si no a los inumerables rincones de la que fuera la casa de la señorita Frida Kalo...Mamá, tus ojos se hubieran quedado pegados hasta la eternidad en ese azul añil...

Sin emabrgo todo no podía ser perfecto...Con el objetivo de evitar conflictos y abusos sexuales inesperados, qué mejor que echar mano de la vía rápida...

Conclusión: hay que ir... Y para los que digan lo contrario...Mis respetos, pero no tienen ni idea de lo que se pierden.