lunes, noviembre 21, 2005

Un día

Son las nueve y cuarto. Miro el reloj. Te retrasas quince minutos. Un hombre de jersey azul marino, vaqueros claros y zapatos de cordones se acerca.

- ¿Cuánto la hora? (me susurra)
- ¿Cómo?
- Que cuánto la hora...(me vuelve a susurrar)
- No, yo no...
- ah ¿No?
- No...
- Hasta luego.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias