sábado, noviembre 12, 2005

Poesía repentina

Ahora el cielo sobre tu boca se convierte en purpúreo y yo te miro mientras te comes las nubes pomposas y la lluvia se estampa contra tu lengua...Entonces recuerdo cuánto debí llorar y no lo hice por dejar que te comieras los soles empapados de mis ojos color canela.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias