La magia verdadera
- Atención...Atención...¡¡¡Ya he encontrado la solución a nuestro problema!!!
- OOOOhhhh -coreaban todos-.
- Ha sido un camino complicado. He tenido que recorrer mares y enfrentarme con grandes bestias que arañaban mis dulces sueños y he tenido que sangrar el miedo que me caía como lágrimas...
- Es un héroe.... Es un héroe... - coreaban-.
- Y aunque sé que mis méritos han sido fastuosos también soy consciente de que todos vosotros me los sabréis agradecer ahora o en la otra vida.
- Clarooo....- coreaban-.
- Pues bien, he llegado a la solución, como os he comentado... Y debéis realizar lo que os diga para alcanzar la felicidad eterna...Necesitáis primero cerrar los ojos y pensar que estáis en algún lugar recóndito y oscuro. ¿Estáis?
- Síiiiii...
- Bien. Una vez allí debéis repetir esta palabra que os voy a revelar tres veces en voz alta: Spirindela, spirindela, spirindela. Y a continuación dar dos vueltas hacia la izquierda para terminar mirándome como estáis ahora.
- ¡¡Spirindela, spririndela, spirindela!! - gritaban todos-.
- ¡Ahora miradme!. ¿Qué veis?
- No vemos nadaaaa...-repetían-.
- ¿Nada?¿Estáis seguros?
- Síiiii....
- Bien... Ese era el objetivo - dijo con voz temblorosa-.
- ¿Y ahoraaaa?- preguntaron todos-.
- Ahora volved a cerrarlos...Y dentro de cinco minutos los abrís de nuevo...Entonces, la felicidad se hará paso entre la negritud.
- 60,59,58,57....
La voz se fue apagando...El mago desapareció entre el telón improvisado de un escenario cutre de madera. Todos abrieron los ojos cuando, intuitivamente, creyeron que los cinco minutos habían terminado. Observaron que nadie continuaba en la palestra. Creyeron, entonces, que lo habían soñado, que los del otro lado habían regresado para salvarles del hastío... Pero por fin, con sonrisas tremendas, se sintieron más felices que nunca...
- OOOOhhhh -coreaban todos-.
- Ha sido un camino complicado. He tenido que recorrer mares y enfrentarme con grandes bestias que arañaban mis dulces sueños y he tenido que sangrar el miedo que me caía como lágrimas...
- Es un héroe.... Es un héroe... - coreaban-.
- Y aunque sé que mis méritos han sido fastuosos también soy consciente de que todos vosotros me los sabréis agradecer ahora o en la otra vida.
- Clarooo....- coreaban-.
- Pues bien, he llegado a la solución, como os he comentado... Y debéis realizar lo que os diga para alcanzar la felicidad eterna...Necesitáis primero cerrar los ojos y pensar que estáis en algún lugar recóndito y oscuro. ¿Estáis?
- Síiiiii...
- Bien. Una vez allí debéis repetir esta palabra que os voy a revelar tres veces en voz alta: Spirindela, spirindela, spirindela. Y a continuación dar dos vueltas hacia la izquierda para terminar mirándome como estáis ahora.
- ¡¡Spirindela, spririndela, spirindela!! - gritaban todos-.
- ¡Ahora miradme!. ¿Qué veis?
- No vemos nadaaaa...-repetían-.
- ¿Nada?¿Estáis seguros?
- Síiiii....
- Bien... Ese era el objetivo - dijo con voz temblorosa-.
- ¿Y ahoraaaa?- preguntaron todos-.
- Ahora volved a cerrarlos...Y dentro de cinco minutos los abrís de nuevo...Entonces, la felicidad se hará paso entre la negritud.
- 60,59,58,57....
La voz se fue apagando...El mago desapareció entre el telón improvisado de un escenario cutre de madera. Todos abrieron los ojos cuando, intuitivamente, creyeron que los cinco minutos habían terminado. Observaron que nadie continuaba en la palestra. Creyeron, entonces, que lo habían soñado, que los del otro lado habían regresado para salvarles del hastío... Pero por fin, con sonrisas tremendas, se sintieron más felices que nunca...
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