Medio bruja
Se quedó ciega de un ojo. Andaba por la vida con un parche pegado y abriendo tremendamente el otro que le quedaba sano. Le gustaba hacer el amor con tacones de aguja como si fueran un elemento adherido a su cuerpo. Los huevo fritos no eran su pasión pero si los comía siempre se dejaba la clara. Ah! se llamaba Maruchela, por su abuela. Si la ves algún día, invítala a tomar un café con leche, me han dicho que le encanta. Y nunca le preguntes qué le pasó en el ojo...Cuenta la leyenda que lo conserva pero se lo tapa porque con él veía la maldad de las personas y eso no le permitía conocer a nadie.
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