Chelsea Road (VI)
Jonson está contento. Se calienta las manos sujetando la taza del café. Encima de su mesa hay una foto de Wendy, está serena, tranquila, apostada en una silla, mirando al objetivo de la cámara y quizás pensando en algo en lo que nadie más puede pensar. Está....
- ¡Jonson, hijo mío, cada vez estás más delgado! La verdad es que este caso te está dejando en los huesos. ¿Cómo vamos con las investigaciones?
- Bien jefe...Vamos bien. Gareth, el hijo mayor, es un maestro de la mentira. Hablé con su ex mujer y me negó que Gareth estuviera actualmente casado, me comentó además que solo tiene dos hijos, los de Maisa y si a esto le sumamos que en su piso viven dos prostitutas y que...
- Y que qué, necesitamos más información, Jonson, esto es paja.
- Pues que he rastreado en el registro civil y he averiguado que Gareth sí que está casado, con una mujer negra, que efectivamente no tiene hijos pero que me huele que puede que sea un matrimonio concertado...Estoy en ello.
- ¿Y por qué te huele? No tienes pruebas.
- Pues porque en la supuesta casa donde debería vivir Gareth, pero viven las prostitutas, encontré unas fotos en las que estaba con una negra y con unos niños, que no son de la negra sino que parecen ser, por la descripción que medio Maisa, los de ésta última.
- Ya, pero bueno, si son de Maisa y de Gareth y ahora la negra es su mujer, el hijo díscolo también tiene derecho a estar con sus hijos y por qué no, fotografiarse todos juntos, digo yo, vamos.
- Sí, también pensé en eso, pero como todo esto me parecía muy enrredado, hace dos días seguí a Gareth a casa y cuál es mi sorpresa que me lo encuentro con otra mujer, que no es la negra, con la que entró en casa. La misma mujer con la que le llevo viendo estos días y que parece no un rollo sino algo más serio.
- Bueno Jonson eso es fabular mucho me parece a mí ¿no? Igual está cansado de su mujer que puede ser posible, que yo de eso sé...El caso, que ya no la aguanta y se ha echado una amiga para unos días mientras la negra está de viaje. ¿No?
- Sí, puede ser, pero cuando fui al Registro Civil me traje conmigo el teléfono de contacto de la susodicha esposa y la he llamado. Estaba muy nerviosa....
**************************
- ¿Sí?
- Buenos días, ¿Es usted Iliana ?
- Sí, ¿Con quién hablo? (Su voz suena grave y perezosa como si se acabara de levantar de la siesta?
- Soy el inspector Jonson. Le llamo porque estamos investigando la muerte de la madre de Gareth, Wendy.
- ¿De quién, perdón?
- De Wendy, la madre de su esposo.
- Ah...Ah...Ya. Perdón, ¿Pero cómo ha conseguido usted mi número?
- Sencillamente porque estamos investigando una muerte y usted es una persona que nos puede facilitar datos al respecto. ¿Conocía a Wendy?
- Eh, no. La verdad es que no la conocía.
- Está casada con su hijo ¿y no conoce a su madre?
- No he tenido oportunidad aunque tenía muchas ganas, las verdad. Gareth me ha hablado maravillas de ella, aunque por lo que me está contando parece que es tarde...
- Sí, un poco, la verdad. Y dígame, ¿Dónde y cómo conoció a Gareth?
- A través de unos amigos que tenemos en común. Nos presentaron y a partir de comenzó todo. Nos queremos mucho inspector.
- ¿Está usted al tanto de los negocios fraudulentos de su marido?
- ¿Negocios fraudulentos? No, no sabía nada. ¿Qué tipo de negocios?
- Será mejor que se los cuente él, no obstante eso no me importa demasiado ahora, ¿Ha estado estos días de viaje señora Iliana?
- No.
- Y ¿Cómo que no ha pasado por casa en ningún momento durante estos dos últimos días?
- Eh...¿Nos ha estado usted espiando, inspector Jonson? Yo creo que eso no es reglamentario...
- Yo creo que es usted la que no tiene ni idea de lo que es reglamentario, pero dígame, ¿dónde ha estado usted estos días?
- Cuidando de mi madre. Está enferma.
- Cuál, ¿la que vive Nueva Orleans?
- Eh...No, mi padre se divorció de mi madre y aquí se casó con otra mujer. Ella ahora está enferma, mi padre se murió hace tres años y me tocaba a mí cuidarla.
- Ya, me temo señora Iiliana que se tendrá que poner de acuerdo con su marido para saber los parentescos que tienen uno y otro y dónde los tienen. Según Gareth usted vive aquí y sus parientes, su madre verdadera, en Nueva Orleans. De la de postín, el no sabe nada, claro, qué raro, ¿No le parece?
- Hombre, inspector, a veces las parejas no se cuentan todo.
- Señora Iliana, me está pretendiendo decir que cuando convive con alguien diariamente, bajo el mismo techo y uno de los dos tiene que ir a cuidar a su madrastra o a cualquier pariente, que está gravemente enfermo, ¿Eso no se comenta? Más cuando durante dos días no va a estar en casa. Qué extraño, ¿No?
- Eh...
- Sí, yo también me quedaría sin palabras. Iliana ¿Conoce usted a los hijos de Gareth?
- Sí, Matias y ...
- Susan.
- Eso, Susan. Solo los vi unos días, fuimos de viaje a Brasil, los conocí allí.
- Ya, esto era todo, gracias por su colaboración Iliana.
- Jonson, solo quería que supiera que yo quiero mucho a mi marido.
- Sí, no me cabe la menor duda. Perdone Iliana, se me olvidaba un último dato ¿dónde está usted ahora? Es una manía que tengo, la de apuntar la hora y el lugar exacto.
- En casa, con mi marido.
- Muchas gracias Iliana.
- A usted inspector. Adiós.
Jonson cuelga el teléfon de la cabina situada en la acera de enfrente de la casa de los Jonson. La luz está apagada. Cruza la calle y llama al timbre, nadie le abre la puerta. Qué raro, piensa, ¿Habré estado hablando con un fantasma? Jonson sonríe, está orgulloso de su táctica. Se sube los cuellos de la gabardina, mira al cielo, parece que el sol quiere hacerse hueco entre las nubes. Una gota cae sobre la esfera de su reloj. Maldición, piensa.
- ¡Jonson, hijo mío, cada vez estás más delgado! La verdad es que este caso te está dejando en los huesos. ¿Cómo vamos con las investigaciones?
- Bien jefe...Vamos bien. Gareth, el hijo mayor, es un maestro de la mentira. Hablé con su ex mujer y me negó que Gareth estuviera actualmente casado, me comentó además que solo tiene dos hijos, los de Maisa y si a esto le sumamos que en su piso viven dos prostitutas y que...
- Y que qué, necesitamos más información, Jonson, esto es paja.
- Pues que he rastreado en el registro civil y he averiguado que Gareth sí que está casado, con una mujer negra, que efectivamente no tiene hijos pero que me huele que puede que sea un matrimonio concertado...Estoy en ello.
- ¿Y por qué te huele? No tienes pruebas.
- Pues porque en la supuesta casa donde debería vivir Gareth, pero viven las prostitutas, encontré unas fotos en las que estaba con una negra y con unos niños, que no son de la negra sino que parecen ser, por la descripción que medio Maisa, los de ésta última.
- Ya, pero bueno, si son de Maisa y de Gareth y ahora la negra es su mujer, el hijo díscolo también tiene derecho a estar con sus hijos y por qué no, fotografiarse todos juntos, digo yo, vamos.
- Sí, también pensé en eso, pero como todo esto me parecía muy enrredado, hace dos días seguí a Gareth a casa y cuál es mi sorpresa que me lo encuentro con otra mujer, que no es la negra, con la que entró en casa. La misma mujer con la que le llevo viendo estos días y que parece no un rollo sino algo más serio.
- Bueno Jonson eso es fabular mucho me parece a mí ¿no? Igual está cansado de su mujer que puede ser posible, que yo de eso sé...El caso, que ya no la aguanta y se ha echado una amiga para unos días mientras la negra está de viaje. ¿No?
- Sí, puede ser, pero cuando fui al Registro Civil me traje conmigo el teléfono de contacto de la susodicha esposa y la he llamado. Estaba muy nerviosa....
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- ¿Sí?
- Buenos días, ¿Es usted Iliana ?
- Sí, ¿Con quién hablo? (Su voz suena grave y perezosa como si se acabara de levantar de la siesta?
- Soy el inspector Jonson. Le llamo porque estamos investigando la muerte de la madre de Gareth, Wendy.
- ¿De quién, perdón?
- De Wendy, la madre de su esposo.
- Ah...Ah...Ya. Perdón, ¿Pero cómo ha conseguido usted mi número?
- Sencillamente porque estamos investigando una muerte y usted es una persona que nos puede facilitar datos al respecto. ¿Conocía a Wendy?
- Eh, no. La verdad es que no la conocía.
- Está casada con su hijo ¿y no conoce a su madre?
- No he tenido oportunidad aunque tenía muchas ganas, las verdad. Gareth me ha hablado maravillas de ella, aunque por lo que me está contando parece que es tarde...
- Sí, un poco, la verdad. Y dígame, ¿Dónde y cómo conoció a Gareth?
- A través de unos amigos que tenemos en común. Nos presentaron y a partir de comenzó todo. Nos queremos mucho inspector.
- ¿Está usted al tanto de los negocios fraudulentos de su marido?
- ¿Negocios fraudulentos? No, no sabía nada. ¿Qué tipo de negocios?
- Será mejor que se los cuente él, no obstante eso no me importa demasiado ahora, ¿Ha estado estos días de viaje señora Iliana?
- No.
- Y ¿Cómo que no ha pasado por casa en ningún momento durante estos dos últimos días?
- Eh...¿Nos ha estado usted espiando, inspector Jonson? Yo creo que eso no es reglamentario...
- Yo creo que es usted la que no tiene ni idea de lo que es reglamentario, pero dígame, ¿dónde ha estado usted estos días?
- Cuidando de mi madre. Está enferma.
- Cuál, ¿la que vive Nueva Orleans?
- Eh...No, mi padre se divorció de mi madre y aquí se casó con otra mujer. Ella ahora está enferma, mi padre se murió hace tres años y me tocaba a mí cuidarla.
- Ya, me temo señora Iiliana que se tendrá que poner de acuerdo con su marido para saber los parentescos que tienen uno y otro y dónde los tienen. Según Gareth usted vive aquí y sus parientes, su madre verdadera, en Nueva Orleans. De la de postín, el no sabe nada, claro, qué raro, ¿No le parece?
- Hombre, inspector, a veces las parejas no se cuentan todo.
- Señora Iliana, me está pretendiendo decir que cuando convive con alguien diariamente, bajo el mismo techo y uno de los dos tiene que ir a cuidar a su madrastra o a cualquier pariente, que está gravemente enfermo, ¿Eso no se comenta? Más cuando durante dos días no va a estar en casa. Qué extraño, ¿No?
- Eh...
- Sí, yo también me quedaría sin palabras. Iliana ¿Conoce usted a los hijos de Gareth?
- Sí, Matias y ...
- Susan.
- Eso, Susan. Solo los vi unos días, fuimos de viaje a Brasil, los conocí allí.
- Ya, esto era todo, gracias por su colaboración Iliana.
- Jonson, solo quería que supiera que yo quiero mucho a mi marido.
- Sí, no me cabe la menor duda. Perdone Iliana, se me olvidaba un último dato ¿dónde está usted ahora? Es una manía que tengo, la de apuntar la hora y el lugar exacto.
- En casa, con mi marido.
- Muchas gracias Iliana.
- A usted inspector. Adiós.
Jonson cuelga el teléfon de la cabina situada en la acera de enfrente de la casa de los Jonson. La luz está apagada. Cruza la calle y llama al timbre, nadie le abre la puerta. Qué raro, piensa, ¿Habré estado hablando con un fantasma? Jonson sonríe, está orgulloso de su táctica. Se sube los cuellos de la gabardina, mira al cielo, parece que el sol quiere hacerse hueco entre las nubes. Una gota cae sobre la esfera de su reloj. Maldición, piensa.
1 Comentarios:
La carretera de Chelsea sigue teniendo las dosis necesarias de lluvia, mala leche e intriga. Who was de mmmmmurdererrrr?
By Anónimo, at 5:11 a. m.
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La carretera de Chelsea sigue teniendo las dosis necesarias de lluvia, mala leche e intriga. Who was de mmmmmurdererrrr?
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