domingo, junio 18, 2006


Una vez cruzó la pasarela, Antoine engulló las miradas de quienes, sin poder hablar, quedaron congelados por el maravilloso traje del artista. La realidad de sus texturas, cubiertas por la esencia de la divinidad, le otorgaron el premio al mejor impostor. "La verdad", como se llamaba la obra, fue descatalogada por grosería e imprudencia y únicamente los zapatos, meros accesorios para alcanzar el metro ochenta fueron subastados en Christie's por 15.000 $.
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