lunes, junio 12, 2006

Aquella tarde



La bailarina se desarmó entre el agua y la tinta. El viento escupió con suavidad sus esfuerzos sobre el cuerpo rojizo. El sonido entraba caliente por la ventana mientras la niña, tumbada en la cama, recordó cómo empezaba la historia de su vida.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias