Para tí mi ojo derecho, para que veas como nadie antes lo ha hecho, con descaro y sin miedo al que dirán.
Para tí mi brazo izquierdo, el que utilizo para dar la vuelta a la tortilla, esa que tanto te gusta.
Para tí mi dedo gordo del pie, para que sujete el equilibrio de tu cuerpo y no deje que se venza hacia ningún lado.
Para tí mis codos, para cuando concentrada pienses en nosotros, mientras la cabeza se desliza por tus manos.
Para tí mis pestañas, para que no dejes que el sol te ciegue cuando caminas segura por el descampado.
Para tí mi pecho, para cuando te mires al espejo con la persiana subida, sin vergüenza de que te vean.
Para tí mi espalda, para que la apoyes contra la pared fría del verano y dejes que tu piel se erice y sientas placer.
Para tí toda yo, para que recorras todo mi cuerpo y mi sombra que te espera en la cama,tumbada, en silencio, pero despierta.
Para tí mi brazo izquierdo, el que utilizo para dar la vuelta a la tortilla, esa que tanto te gusta.
Para tí mi dedo gordo del pie, para que sujete el equilibrio de tu cuerpo y no deje que se venza hacia ningún lado.
Para tí mis codos, para cuando concentrada pienses en nosotros, mientras la cabeza se desliza por tus manos.
Para tí mis pestañas, para que no dejes que el sol te ciegue cuando caminas segura por el descampado.
Para tí mi pecho, para cuando te mires al espejo con la persiana subida, sin vergüenza de que te vean.
Para tí mi espalda, para que la apoyes contra la pared fría del verano y dejes que tu piel se erice y sientas placer.
Para tí toda yo, para que recorras todo mi cuerpo y mi sombra que te espera en la cama,tumbada, en silencio, pero despierta.
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