domingo, septiembre 07, 2008

Esto es lo que pasa una tarde de domingo

Pidió silencio. A continuación, todos callaron. Nadie sabía por qué les habían reunido en aquel viejo teatro. El hombre del esmoquin fumaba ducados. La vieja acariciaba con sus uñas postizas el posabrazos del sofá. Alguien repitió dos veces la misma frase. Ellos eran los elegidos. Lo decía la invitación de color sepia que les llegó a casa. El telón del escenario se corrió despacio. El invitado presentó a dos mujeres siamesas. Llevaban un pecho al aire, cada una el suyo. También aparecieron un mago y una cabra con un cascabel colgando. Una siamesa cantó a capela. La otra le hizo los coros.

- ¿Qué hacemos aquí?- preguntó la vieja de las uñas postizas.
- No lo sé. Creo que ahora viene el número final y luego nos dirán qué es lo que hemos ganado por ser los elegidos - contestó el hombre que fumaba ducados.
- Creo que el premio es un apartamento en Benidorm- añadió un tercero.
- Bueno, entonces, esperaremos hasta el número final.

3 Comentarios:

al final siempre llega lo mejor (espero)

By Anonymous Anónimo, at 11:26 p. m.  

ya echaba de menos tu particular absurdez... :)

By Blogger Unknown, at 11:28 p. m.  

Esta mezcla entre El Plata y La Paca merece una visita de domingo...

By Anonymous Anónimo, at 2:09 a. m.  

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3 Comments:

Anonymous Anónimo Dice...

al final siempre llega lo mejor (espero)

11:26 p. m.  
Blogger Unknown Dice...

ya echaba de menos tu particular absurdez... :)

11:28 p. m.  
Anonymous Anónimo Dice...

Esta mezcla entre El Plata y La Paca merece una visita de domingo...

2:09 a. m.  

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