Cayó en la cuenta, el espantapájaros, de que la vida, para él, no era más que esperar a que cualquier animal con alas se le posara en los brazos. Qué tristeza, pensó, mientras las ropas se le deshacían con el viento, dejando al descubierto un corazón de alambres.

1 Comentarios:
Qué triste es ser un hombre de paja...
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Anónimo, at
8:21 a. m.
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Qué triste es ser un hombre de paja...
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