Se pegaba la cuchara a la nariz y hacía un baile extravagante con el vientre y el ombligo mirando al cielo. Su marido, que no paraba de hacer crucigramas mientras concentraba su atención amasando migas de pan con forma de pequeñas esferas, le preguntó alzando los ojos sobre las gafas de pasta viejas:
- Cariño, falto o escaso de entendimiento o razón, cinco letras.
Ella, que no dejaba de contonear la cadera de la que pendían unas chirriantes monedas de veinticinco pesetas que había guardado durante años en un tarro de mermelada, se posó la palma de la mano en la frente y dijo:
2 Comentarios:
Jijijijijijiji
By omrot, at 6:31 p. m.
Genial
By Anónimo, at 11:20 p. m.
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Jijijijijijiji
Genial
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