El día después
No las he encontrado.
En el universo existen valores, mamá. Unos valores en los que cada uno cree porque le da la gana o porque le viene bien creer en uno u otro momento y a veces, no se sabe bien la causa, se desvirtúan.
Los valores son efímeros, he pensado hoy. Son palabras vacías a las que cargamos de significado para sentirnos más inteligentes y decir: Sí, yo tengo valores, yo voto a Izquierda Unida porque representa aquello en lo que creo.
Mentira.
Yo te voto a tí, mamá. No voto a los valores que quién diablos sabe, mañana seguiré teniendo. Te voto a tí como política, como mujer comunicadora, como creyente en lo que dices y haces, como Ana Figueras Castellano. Por eso te entrego mi papel, porque confío en lo que vas a hacer y no en los valores de un partido que mañana puede que no exista.
Tú seguirás ahí.
Estoy segura.
De pie.
Observando a la gente, pregutándoles cómo les va la vida, qué necesitan para ser felices, para ser mejores personas.
Eso es lo que tú haces, mamá, y por eso te voto.