sábado, septiembre 03, 2005

Sin reloj

Hay gente que comienza a amarse después de tomar la primera taza de cafe por la mañana. Hasta entonces no conocen a qué saben los pezones, las lenguas, las axilas...Ni por qué se pegan los labios y las torpes manos empañadas de sueño.
Claro que también se pierden el dormir hasta las cuatro de la tarde después de haber follado casi con los ojos cerrados y el oler la nuca empapada del cuerpo que tienes al lado y el despertarte con el pecho agarrado por una mano ajena.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias