domingo, septiembre 11, 2005

Al final de todo

Al final del pasillo, le dijo.
El anduvo largo y tendido pero el final nunca llegaba.
Al rato se paró.
Volvió a preguntar.
Al final del pasillo, le contestaron.
Y siguió su camino al ver que no había ningún otro.
Al tiempo encontró una pequeña puerta.
Tan diminuta que solo cabía su dedo meñique.
Y ahora qué hago, se preguntó.
Abrió la puerta. Miró lo único que pudo ver...
Y se dio cuenta de que la felicidad era demasiado cara.
Desanduvo lo andado y continuó jugando a las cartas.
El pacto con el diablo... podía esperar.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias