6 meses

Seis meses, tiempo suficiente para ser consciente de lo sucedido, de lo conocido y de lo desconocido, tiempo suficiente...Quizás...
Los relojes son crueles, traicioneros, te despiertan un día en México y al siguiente en Madrid sin anestesia, sin un..."Oye, mira, que tenemos que irnos, que ya se acabaron aquí tus horas". Nada.
Hoy domingo, 15 de julio, escuchando canciones que no debería, comienzo a ser consciente de los cambios que ha sufrido mi vida durante seis meses. Y os veo cerca, como si la pantalla de mi portátil tuviera una apertura secreta por la que poder espiaros sin que os deis cuenta. Vosotros hacéis lo de siempre, con los mismos gestos y las mismas palabras y mientras yo os miro y siento tristeza, esa que he acumulado sin razón durante estos días.
Creía que nada había cambiado, que Madrid no se había atrevido a mudar de piel para el verano y que yo no tendría problemas en levantarme un día en la cama de siempre, me equivoqué.
Debajo de esa capa de pintura todo es diferente y yo no sé que hacer: si disfrazarme para este carnaval o sentarme en una silla a esperar a que me inviten a subir al escenario.
Hoy, 15 de julio, necesitaría estar en la 2 Poniente 101 para decirnos: Me quedo aquí, con vosotros, para siempre.