sábado, diciembre 17, 2005

A veces pasa...

Y al tiempo ella, después de haber mirado al techo, al suelo , al techo de nuevo y finalmente a sus manos, giró lentamente sobre sus talones y le confesó que nunca hubiera pensado que los vecinos llorasen tanto.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias