viernes, enero 20, 2006

Cosas que pasan...

Eran las seis y catorce minutos de la tarde. Yo te esperaba en el andén como siempre. Te vi en el vagón 238. Esta vez no venías con una margarita escondida entre tus manos. Te enamoraste de ella y el metro siguió su camino. Tú, con él.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias