domingo, mayo 31, 2009

Realidad

2 críos. Esperando en la cola para entrar en la Alhambra. Temperatura 35 grados.

Él: 16 años, pantalones negros vaqueros, cazadora de aviador pasada de moda, pelo negro rizado y abultado.
Ella: 15 años, camiseta de tirantes y barriga descubierta, pelo castaño y liso. Gafas.

- Venga, Lila, rápido, dime cuál es la mediana de 3-7-8-9-11.
- Siete...
- No, Lila, te lo he dicho mil veces. Venga, la mediana de 3-5-9-10-13. Venga, corre, dímela, venga, se pasa el tiempo tick-tack-tick-tack....
- No sé, pesado, déjame. Además, no paras de cambiar los números.
-Venga, vamos a jugar a un juego ¿Quieres jugar?
-No.
- Sí, venga, ¿Quieres que te quite una vida?
- Déjame en paz.
- ¿Quieres morir?
- (ella se queda en silencio).
- Aunque si metes la mano ahí (señalando a un hueco con piedras), te doy diez masajes.
- No quiero jugar. No te enteras.
- Venga, me invento algo (y empieza a tocarle el pelo para hacerla rabiar), tienes que averiguar qué estoy pensando. ¿Qué pienso ahora?
- (silencio).
- Pero es que ¿no puedes adivinar qué pienso?
- Eres gilipollas.

Él la mira. Luego baja los ojos al suelo. El sol le pega en la nuca. Ella se queda en silencio, mientras piensa cuál es la mediana de 3-7-8-9-11.

lunes, mayo 11, 2009


Sentida desgarra.
Con la falda atada a la cintura y los zapatos negros.
Bajaba caminando la insultante cuesta.
Como si la gravedad quisiera subierle la falda hacia arriba.
Exponerla a la vergüenza consentida.
Y descubrirle la perversión profunda.
Sostenida.
Callada.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias