Dios se sacó de entre la barba un papel cuadriculado, doblado en cinco pliegues y con una mancha de aceite en la esquina superior derecha. Dios, que sabía bastante de las absurda ideas que tenían los que acababan de morir y llegaban al cielo, decidió dejar un mensaje explicándoles la situación actual.


- Para los nuevos. Los que han muerto antes de las cuatro de la tarde, informarles de que deberán esperar hasta las seis y cuarto para poder entrar, antes es el tiempo de la siesta. Los lunes, miércoles y viernes se come comida japonesa y los martes y jueves pollo de corral. Los que son vejetarianos o los que por su condición religiosa se ven impedidos, lo siento de veras, pero en el cielo también hay normas. Por último, cuando los hombres se dediquen a mear, que algunos de ellos, por la próstata lo hacen excesivas veces al día, por favor, levanten la tapa. Ya está bien de encontarnos con el reguero de gotas en los alrededores.

Gracias a todos por su tiempo, atentamente,

La Dirección.

"Mi rayo de luz"

Esto no se para, esto no se para...Digo que el mundo se convierte en una bola gigante de compromisos que se escriben en las paredes pintadas: This could be the dream's wall...Y en el otro extremo, las moscas rondan los platos calientes de los señores con corbata. A sus pies, duerme acurrucada la nostalgia del pecado. This might be the opportunity to criticize our horrible world...Pero no hay tiempo, no hay ganas, unos mueren, otros comen chuletón en un bar cool de Madrid y el tiempo se detiene a la vez para todos. Unos lo dejan pasar, otros se despiden inconscientes cada minuto.
Esto no se para, esto no se para...En el paso de cebra un gato deja de caminar para quedarse en el punto medio, el horrible punto medio, no muere atropellado, una niña lo recoge para dejarlo sobre la acerca.
Esto no se para...Esto no se para...Un camión desgasta sus ruedas en el asfalto, pero esta vez no es suficiente quedarse cerca, el tiempo se acabó comiendo la arena del reloj...Muriendo la niña, salvándose el gatito...Esto no se para...Esto no se para...

Dedos Torcidos no sabía qué responder a la pregunta de por qué los humanos habían inventado el concepto de "tiempo". La niña, que permanecía sentada sobre la mesa con los pies colgando, pegó un brinco y cayó al suelo. Miró a Dedos Torcidos con delicadeza, observó su concentración impecable y dijo:

- Dedos Torcidos, yo sé por qué los humanos inventaron el tiempo. Lo hicieron para gastarlo.

Solo bebía limones. Persona que conocía, persona a la que se lo decía y se quedaba boquiabierta. Ella, agusto con su maniática decisión, no hacía más exprimir todas las frutas amarillas que encontraba por el camino. Un día, cansada de no tener a mano un jugo listo para tomar, decidió adoptar una rápida aunque aparatosa decisión.