miércoles, mayo 31, 2006

Un día tonto

- Hoy me lanzo por la ventana.
- Llevas diciendo que te vas a lanzar por la ventana dos meses y tres días.
- Lo sé, pero hoy me lanzo seguro.
- Ya veremos.
- Qué te apuestas.
- Nada.
- No, no...Venga, qué te apuestas.
- Pues...Una cena.
- Vale. Pero espera, si me lanzo y me mato no podrás pagarme la cena.
- Pero como sé que no te vas a lanzar me la pagarás tú a mí.
- Ya pero si lo hago, qué me darás.
- Pues si no te mueres una cena y si la palmas pues...Te recogeré de la acera, que ya es mucho.
- ¿Sabes? Creo que mejor me lanzo en otro momento que esté menos cansado que hoy, no vaya a ser que no me salga bien la caída que he entrenado y me mate de verdad.

lunes, mayo 22, 2006


Gritas al blanco demasiado blanco. Al miedo, cuando te saluda. Al silencio, cuando no acaba. A las paredes, cuando callan. A tu lengua, cuando no responde. A tí mismo, cuando te dibujas. A mi sombra, cuando me he ido. Al viento, cuando te traga. A la soledad, cuando te engulle.

jueves, mayo 18, 2006

Ella

La puta se miraba las tetas. Le gustaban sus pezones operados. Le gustaba su volumen. Se mojaba el pelo con agua. Se lo peinaba hacia atrás. Se miraba al espejo. Se veía sexy. Se pintaba los labios de rojo. Se sentaba en la taza del water. Se miraba el coño. Se masturbaba. Se ponía las bragas y salía a la calle.

sábado, mayo 13, 2006

Cosas que pasan

Manolo bostezaba como los leones marinos. Ana, su mujer, como las amapolas. Entre los dos formaban una bonita pareja. Un día el león marino le preguntó a la amapola si le molestaba que fuera medio león marino medio Manolo. Ana, la amapola, siempre muy cuidadosa, le miró con los ojos enamorados y le dijo: si quisiera que fueras una amapola no te peinaría cada mañana el bigote, únicamente te deshojaría para ver si me sigues queriendo.

lunes, mayo 08, 2006

senses

Con las piernas en alto y mirándote, como cuando las nubes nos llueven encima y los soles se alegran de vernos, te escucho que tarareas la letra del silencio pasajero, el que no hace daño, el que se dibuja con las palmas abiertas pintadas de rojo.

viernes, mayo 05, 2006

María llevaba un vestido azul cielo ajustado a la cadera que le cubría levemente las rodillas. Javier, sentado frente a ella, apoyaba los codos en sus rodillas y cogía su cara entre las manos. María tenía el cuerpo reclinado en el respaldo de la silla y sus piernas entreabiertas dejaban que el calor del verano saliera de sus entrañas. Javier, aspirando el olor de la piel de María, comenzó a sentirse incómodo pero no cambió de postura. María cogió la puntilla que decoraba el final de su vestido y lo levantó hasta sus nalgas. Javier siguió con la mirada la trayectoria de la tela azul cielo esperando ver sus bragas blancas. María deslizó su mano hasta tocar su sexo. Javier cerró levemente sus párpados. María entreabrió su boca. Javier comenzó a respirar profundamente. María se mordió el labio inferior. Javier se tapó la cara. María tensó sus piernas. Javier se reclinó en la silla. María dejó escapar una lágrima. Javier cerró sus puños. Los dos se levantaron y se marcharon como perfectos desconocidos.

miércoles, mayo 03, 2006

Hoy


Te dejo la puerta abierta. El cartel de cerrado se borró por el olvido. Mi mirada amarga también. Ahora solo quiero tarta de queso. Las frambuesas las dejo para más adelante. Cuando cocinemos el mundo con chocolate negro. Y los besos se tiñan de carmines desesperados.

martes, mayo 02, 2006


O como la realidad se pinta a trazos...
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias