Los amores perdidos

Te trepé por las pestañas
y me colgué de tus apasionados atardeceres.
Quedé ahogada en tus llantos de frambuesa con nata
que sabían a tiempos ya olvidados...
Y cuando cerraste los ojos, después de ver el infinito,
me olvidé de devolverte los recuerdos.

Princesa

Esperaba sentada en la parada del autobús todas las noches a las diez menos cinco. Antes de tomar asiento sacaba un pequeño tarro de colonia. Se ponía unas gotas en las muñecas y se las olía. Llevaba un pañuelo blanco rodeando su fino cuello y sostenía los dedos de las manos entrelazados, en posición de reposo, encima de sus piernas.
Con la mano izquierda daba vueltas a la alianza de oro que tenía en el dedo corazón de la mano derecha. Miraba las arrugas que teñian sus huesos y se acordaba del tiempo.
Esperaba durante treinta minutos todas las noches desde hacía tres años, creyendo que él bajaraía por las pequeñas escaleras del autobús. Todos sabemos que nadie aparecería porque eso solo pasa en las películas americanas. Nadie le dijo nada. Ella sonreía, se acordaba de sus ojos.
Dieron las diez y veinticinco de la noche. Se levantó y se fue.
Al dia siguiente cuando llegó, alguien le había dejado un pequeño sobre.
Lo abrió con mimo.

Ponía lo siguiente:
- Princesa, ya he llegado.

Sonrió. Se levantó. Nadie le dijo que, seguramente, era una carta inventada. Aunque quizás, eso no solo pasa en las películas americanas.

Y tu maravillada con la danza

Te abriste como una flor y no pude decirte que no. Lanzaste tus frondosas alas y de un salto te apoderaste de mis defensas. Y yo, mirando al cielo, esperando a que aterrizaras, me di cuenta de que te habías convertido en lluvia.

...

Murió en el pasillo del hospital. No quedaban habitaciones libres. Respiraba con dificultad. Él permanecía a su lado sosteniéndole la mano. Era la una y dieciséis minutos de la madrugada. Todo el mundo dormía. La enfermera estaba tonteando con el vigilante del hospital en una esquina. A oscuras. Julián dejó que una lágrima rasgara su mejilla izquierda. Había sido actor. Acarició las azules venas de su muñeca. Era la una y dieciséis minutos de la madrugada. Todo el mundo dormía. La enfermera se peinó el pelo con la mano derecha.

El infinito

- ¿Qué le dirías a la Luna?
- Que se desnudara.
- ¿Y al sol?
- Que le hiciera una fotografía.
- ¿Y tu qué harías mientras?
- Seguiría contando estrellas.

Los otros

Ayer me encontré una cámara digital. Alguien la perdió por confusión. Se la enseñé a mi tía y nos dimos cuenta que había fotos guardadas. Eran de una familia. Tenían un niño. A mi tía le gustaron las fotos. Se inventó un nombre para cada uno de los personajes retratados. Se encariñó con aquellas personas y ha comenzado a inventarse historias sobre ellos. Hoy ha invitado a unos amigos a comer. Les enseñó las fotos y les presentó a los fotografiados. Los amigos de mi tia se creen que los conocemos. Nos han invitado a cenar mañana. Nos han pedido que traigamos a los retratados. Seguro que mi tía se inventa otra historia. Yo por si acaso, me llevo la cámara de fotos.

Sexualmente grotesco

Le gustaba su culo. Le excitaba tocárselo.Ella estaba encantada y cada vez que podía se quitaba las bragas para enseñárselo. Así vivían enamorados. Ella con el culo al aire y él con su mano debajo de la falda.

Memorias de un asesino

-¿Estas preparada?
- Claro.
-¿Llevas los guantes puestos?
- Si.¿Qué tipo de pregunta es esa?
- No lo sé, serán los nervios.
- Pues venga, a lo que íbamos.
- Oye, pero igual nos pillan.
- No nos van a pillar. Es entrar, un tiro en la nuca y salir. Algo rápido y sencillo. Tu ya sabes de lo que te hablo.
- Si pero...
- Venga coño.
- Vale.
- Oye Ramón, por si sale mal... Que sepas que te quiero.
- Yo también mi vida...
- Y...bueno, antes de nada...quiero decirte otra cosa.
- Qué.
- Estoy embarazada.
- ¡No me jodas!
- Yo quería esperar... pero claro si no salgo con vida...He preferido avisarte.
- Hay cariño... Te quiero...
- Si...Yo también... Pero Ramón... Aquí no... A ver si nos van a pillar...
- Que más da nena...Si total nos lo íbamos a cargar...Le va dar igual ver a dos follando...
- Pero...
- Acuérdate de que yo quería que se llamara Alejandro...
- ¿Y si es niña?
- Está claro...Alejandra...
- Que corta es la vida... Cariño... Qué corta...

Todo es cuestión de magia

El mago sacó de la chistera tu corazón. Goteba sueños enorojecidos que se estamparon contra el suelo. Nadie recogió el rastro de gotas de sangre, ni yo misma, que como buena espectadora aplaudí cuando lo lanzó al aire y se puso a volar.

Miserias

La puta se recompuso lo antes posible. Mientras buscaba la peluca azul de pelo liso bajo unos calzoncillos manchados de semen, se dio cuenta de que era su cumpleaños. Se subió los panties, puso su falda a la altura de las caderas y salió con los zapatos de tacón en la mano. Cuando cerró la puerta y vio su cara en el espejo del pasillo, se acordó de que ella nunca había querido ser puta.

Al final de todo

Al final del pasillo, le dijo.
El anduvo largo y tendido pero el final nunca llegaba.
Al rato se paró.
Volvió a preguntar.
Al final del pasillo, le contestaron.
Y siguió su camino al ver que no había ningún otro.
Al tiempo encontró una pequeña puerta.
Tan diminuta que solo cabía su dedo meñique.
Y ahora qué hago, se preguntó.
Abrió la puerta. Miró lo único que pudo ver...
Y se dio cuenta de que la felicidad era demasiado cara.
Desanduvo lo andado y continuó jugando a las cartas.
El pacto con el diablo... podía esperar.

En blanco y negro

En ocasiones no es solo luz lo que se cuela por la ventana...

Sin reloj

Hay gente que comienza a amarse después de tomar la primera taza de cafe por la mañana. Hasta entonces no conocen a qué saben los pezones, las lenguas, las axilas...Ni por qué se pegan los labios y las torpes manos empañadas de sueño.
Claro que también se pierden el dormir hasta las cuatro de la tarde después de haber follado casi con los ojos cerrados y el oler la nuca empapada del cuerpo que tienes al lado y el despertarte con el pecho agarrado por una mano ajena.

Dicen que el mundo se divide en dos. El problema es saber si estás en el lado correcto. A veces intentas cruzar la línea que separa lo correcto y lo incorrecto y ...o te quedas en medio...o cuando has cruzado, te das cuenta de que estabas mejor en el primer lado.
Yo nunca me he atrevido a cruzar. Soy miedica por naturaleza. Cuando lo vaya a hacer os aviso, iré con capa y espada para matar a los monstruos que atormentan mi muralla. Dejaré besos colgados de los árboles, por si me tenéis que venir a rescatar.