lunes, febrero 28, 2005

Hoy estoy teñida de otoño. De hojas de platanero secas, de las que crujen cuando las pisas. Estoy medio caliente, medio fría y en ocasiones comienza a lloverme el interior del cuerpo. Parece que el sol se asoma algún día, pero tímidamente, como llamando con unos nudillos desgastados.
Sin embargo también hay cosas buenas, el viento me arranca sonrisas, de esas tontas, de las que no sabes de dónde proceden pero que inevitablemente aparecen por sorpresa.

viernes, febrero 25, 2005

Hoy estoy harta de tí, cansada de tu tristeza, de la mía.
Hoy sin más me voy de tu lado, para siempre.
No te escribiré para despedirme.
Ni te dejaré la esquina superior derecha de la cama abierta.
Ni mentiré por tí a los niños cuando llegues tarde a casa.
Hoy no.
Hoy saldré corriendo.
Hoy violaré la oscuridad imperturbable.
Hoy fingiré ser soñadora y feliz, al tiempo.
Hoy será un día de esos efímeros, intermedios, como el jueves.
Hoy dejaré que se enfríe la cena en la mesa.
Que el carmín se quede reseco en el borde de la copa de vino.
Que venza el miedo que me agota por las mañanas.
Que borre tu cara del espejo empañado y desaparezca sin equipaje.
Ya no me hace falta.
No voy a volver.

jueves, febrero 24, 2005

Una canción para Magdalena, Joaquín Sabina
Si, a media noche,
por la carreteraque te conté,
detrás de una gasolineradonde llené,
te hacen un guiño unas bombillas azules,
rojas y amarillas, pórtate bieny frena.
Y, si la Magdalena pide un trago,
tú la invitas a cien que yo los pago.
Acércate a su puerta y llama si te mueres de sed,
si ya no juegas a las damas ni con tu mujer.
Sólo te pido que me escribas,
contándome si sigue viva la virgen del pecado,
la novia de la flor de la saliva,
el sexo con amor de los casados.
Dueña de un corazón,tan cinco estrellas,que,
hasta el hijo de un Dios,
una vez que la vio, se fue con ella.
Y nunca le cobró la Magdalena.
Si estás más solo que la luna,
déjate convencer,
brindando a mi salud,
con una que yo me sé.
Y, cuando suban las bebidas,
el doble de lo que te pida dale por sus favores,
que, en casa de María de Magdala,
las malas compañías son las mejores.
Si llevas grasa en la guantera o un alma que perder,
aparca, junto a sus caderasde leche y miel.
Entre dos curvas redentoras
la más prohibida de las frutas
te espera hasta la aurora,
la más señora de todas las putas,
la más puta de todas las señoras.
Con ese corazón,tan cinco estrellas,
que, hasta el hijo de un Dios,
una vez que la vio,se fue con ella,
Y nunca le cobróla Magdalena.
Lo aborrecí de tanto escucharlo, pero ahora que siento de nuevo su voz quebrada, se me pone la piel de gallina. Gracias Sabina.

miércoles, febrero 23, 2005

Tienes que cerrar los ojos y extender la mano izquierda.
Recordar el número de la suerte, aquel que elegimos juntos.
Usar la imaginación para poder ver lo que quieres encontrar cuado desenmarañes las pestañas.
Contar hasta tres.
Olvidar que la magia no existe, que todo es un truco de chistera, que yo no seguiré ahí cuando abras los ojos.

martes, febrero 22, 2005

El tiempo trae arrastrando un final esperado. Sabías que todo terminaría aquí, donde sitúo mi dedo. Sé que no estás conforme, que esperarías una representación teatral de nuestra vida. Lo siento, no es posible. Las hojas se me acaban, únicamente me quedan dos líneas de diálogo.

- Esperé que inventaras un camino, ni demasiado estrecho, ni demasiado amplio como para incomodar nuestra huída. Sólo debías dibujarlo. Olvidé que nunca podrías imaginarlo en tu mente.
- Por eso te dejo aquí, en un paraje cómodo pero no idílico como soñamos. Besos.

sábado, febrero 19, 2005

Hoy todos bostezaban. Nadie se ha librado del sopor que generan los hospitales. Mientras intentaba leer, notaba cómo los párpados descendían con un ritmo lento para juntarse con las pestañas inferiores. Entonces he comenzado a ver que los enfermos se levantaban, poco a poco, con sus pijamas abiertos enseñando el culo; algunos sujetos a las barras metálicas que sotienen miles de tubos por donde corren sus vidas, otros con muletas, o doblados sin poder ver el cielo.
Uno a uno, marchaban por los pasillos, las escaleras, hasta repirar el viento que azotaba con fuerza.
Mientras, nosotros, ocupábamos sus huecos sin rechistar. Tomábamos sus pastillas, sus comidas insípidas e inoloras y dejábamos que nos limpiasen y nos aseasen medianamente para cercibir las visitas de aquellos que olvidaron que nos pusimos enfermos.
Quizás yo también me quedé hoy dormida en el hospital, nunca lo sabré, cuando desperté me encontraba arropada con aquellas sábanas duras que olían a almidón.

miércoles, febrero 16, 2005

Pensamientos fugaces, dijo. Pensamientos que desbordan la altanería de aquellos que esperan en las esquinas en sombras. Fugaces como tus roces, que espero impaciente y no llegan, mientras desgarro mis odios contra todos los cuerpos que se parecen al tuyo, pero solo están disfrazados. Tu ríes a carcajadas, al ver cómo cada noche entre las sábanas abuso de deseos incontrolados, de sueños que se desvelan al tiempo que me rozas por las mañanas, pero no eres quien deseo, sino otro.
Tu solo miras con ternura, el otro cuerpo, con pasión. Con esa pasión que te desviste cuando más arropadada vas en invierno. Cuando estás esperando el metro, al autobús, incauta y sin haber avisado primero.
Ese es el verdadero deseo. Pero tu todavía no lo has encontrado, cuando lo hayas hecho y hayas podido con él conquistar a otras, avísame. Estaré esperando.

jueves, febrero 10, 2005

Hoy me convierto en pared. Me mezclo con la pintura azulada, el yeso, el agua, los tabiques invisibles. Atrapo el silencio entre mi cuerpo. Tus respiros profundos. Tu cálido aliento.
Acaricio las horas interminables, las cuido, las mimo y con un chasquido, hago que desaparezcan entre el polvo. Soy maga de tus sueños, de tus tardes de sofá, de tus domingos con lluvia. Me palpas con la mano y apenas eres consciente de que me tocas la cara, las pestañas, el pelo. Hoy te he susurrado mi nombre, has acercado tu oreja a mi cuerpo y besándo suavemente la pared, me has descubierto mientras dormía.

lunes, febrero 07, 2005

El reloj se paró a las diez. En ese momento sonó la puerta, era el cartero. Me entregó un sobre donde se encontraban flotando tus lágrimas, luchando por salir del papel. Se secaron al tiempo. Yo, en cambio, no puse pilas nuevas para que las agujar retomaran su camino, así podría recordar siempre el momento en el que decidiste ponerte a llorar.

domingo, febrero 06, 2005

Te dejo mi mano derecha, sabes que con la izquierda siempre fui torpe escribiedo, para que señales todo aquello que con tu dedo, no de atreverías a señalar.
Te la dejo para por las mañanas te ponga el café, las dos cucharadas de azucar y te desenmarañe las pestañas para que tus ojos puedan ver la luz.
Te la dejo para cuando te duches y te enjabones en aquellos lugares inaccesibles para tus dos manos.
Te la dejo para que la acaricies cuando me eches de menos y palpes el anillo que llevo en el dedo corazón, aquel que me encontré debajo de la cama.
Te la dejo para que la arropes por las noches, para que huelas mi perfume de por las mañanas, para que te masturbes y sientas un mayor placer.
Te la dejo sin pedir nada a cambio, tan solo que no te la olvides en ningún vagón de metro, sabes que no soporta la oscuridad sin tenerte cerca.

miércoles, febrero 02, 2005

Mi alma ha decidido anunciarse en la sección de "breves" del periódico.

"Alma aletargada por la rutina, necesita a una gemela para que la saque a remolque, de un pozo con un fondo demasiado conocido"

En cuanto he visto el anuncio, he decidido llamar al número que a continuación se especificaba para intentar convencerla y que volviera a mi cuerpo de nuevo. Todavía espero respuesta.

Pd: si alguien la encuentra, díganle que la añoro. Gracias.
Si no queda satisfecho no le devolvemos su paciencia.Gracias